Repensar el sistema sanitario a medida que la demanda supera la oferta

Las expectativas y demandas de las generaciones más jóvenes de médicos y enfermeras respecto de su profesión ya no se corresponden con las de las generaciones mayores. (Foto Pexels) CD de fotos.

¿Las nuevas generaciones de pacientes y profesionales sanitarios son responsables de las dificultades que afronta nuestro sistema sanitario? Si se puede hacer la pregunta, la respuesta no es de mucho interés. Lo que es más importante es la adaptación del sistema al desarrollo de nuestra sociedad y a la situación actual de la oferta y el consumo de servicios asistenciales.

El desarrollo demográfico en medicina no es suficiente para satisfacer la creciente necesidad de atención ante la creciente esperanza de vida y la explosión de enfermedades crónicas. Actúa al respecto.

Un número cada vez mayor de paramédicos ve limitado su campo de actividad en una organización muy orientada a la medicina.

Y todos los profesionales de la salud, como la mayoría de los trabajadores en todos los campos de actividad, se niegan a sacrificar su vida personal, familiar y de ocio en el altar de la devoción ciega a su profesión. Bastante audible.

Apoyo en el camino

Frente a ellos están millones de pacientes cada vez mejor informados que exigen la mejor atención posible. También para ser tranquilizados y acompañados en su angustioso camino a través de la enfermedad. Lo cual es completamente comprensible.

Pero inmediatamente surge la cuestión de la oferta y la demanda. Hoy la demanda en Francia está fuera de control. O casi. Se han adoptado algunas medidas regulatorias, como el itinerario asistencial coordinado, franquicias médicas o incluso cotizaciones a tanto alzado de 1 euro en las visitas al médico. Pero no tuvieron ningún efecto. Peor. Tuvieron efectos perversos a través de la generación. por último un deterioro de la salud de los más pobres y, por tanto, mayores costes a largo plazo.

Redefinir roles

En lo que respecta a la atención médica, el Estado se ha “comprometido” a aumentarla significativamente mediante la abolición del famoso numerus clausus. Hoy todo el mundo está de acuerdo en que fue sólo una fachada.

¿Asi que que hacemos? Ésta es la pregunta que se les plantea a los miembros de la Costa Azul Santé Var, reunidos el 25 de mayo bajo el tema: “Otros métodos de formación, otros usos: ¿nuestro sistema sanitario está adaptado a las nuevas generaciones de profesionales y pacientes?” en el campo pudieron ofrecer soluciones lo más cercanas posible a la oferta y la demanda. Por ejemplo, repensar completamente el sistema redefiniendo el papel de cada actor individual. Dándole al médico la responsabilidad total del diagnóstico y del enfoque a implementar para tratar la enfermedad. Una misión digna del conocimiento y la experiencia adquiridos durante sus larguísimos años de formación. Y redistribuyendo las tarjetas de apoyo: enfermeros, fisioterapeutas, profesores de actividad física adaptada, farmacéuticos, logopedas… Confiando a estos profesionales sanitarios parte de la carga que soportan con gran esfuerzo los médicos, añadiríamos combustible a los engranajes de un sistema que sólo cruje y, lo más importante, facilitaríamos el viaje del paciente.

Aún es necesario definir el marco para estas actividades. Revisar los niveles salariales consistentes con estas nuevas responsabilidades. Pero ya podemos apostar que el Estado saldrá ganando a largo plazo.

Este es un estímulo importante para las reflexiones de los miembros. Espero que llegue a la cima.

Esperanza Pardo

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