Ni izquierda ni extrema derecha. En menos de un año el… chilenos rechazó dos proyectos de constitución destinados a sustituir el texto actual impuesto en 1980 por la junta militar (1973-1990).

Este domingo 17 de diciembre, el 55,76% de los quince millones de electores llamados a votar rechazaron, en referéndum obligatorio, un texto elaborado por la extrema derecha, mayoría en el Consejo Constitucional. En septiembre de 2022, la izquierda y los independientes tampoco lograron convencer con un proyecto inicial que fue rechazado por el 61% de los votantes.

Chile lleva casi cuatro años debatiendo cómo responder a los problemas planteados por la revuelta social de 2019. Pero una nueva constitución podría haber ayudado “Fatiga electoral” y las nuevas preocupaciones, la inflación y la incertidumbre, han alimentado el desinterés en el texto.

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Llamado a la unidad en un país dividido

El texto también tuvo dificultades para convencer en términos de contenido. Y esto también dentro del partido de extrema derecha Republicano, que perdió a varios opositores al texto. Algunas propuestas han reavivado debates acalorados, como el peligro de restablecer el derecho al aborto en la nueva Constitución, denunciado por organizaciones feministas y algunos abogados.

Después de estos dos fracasos, toda la clase política es duramente criticada por dividir al país en lugar de buscar la unidad política. Consciente de ello, el Jefe de Estado Gabriel Boric se apresuró el domingo por la noche a pedir unidad en la implementación de importantes reformas fiscales, así como en el sistema de pensiones y de salud: “ El proceso constitucional finaliza durante nuestro mandato. Las emergencias son diferentes. […] Este resultado debe tener un impacto inmediato: el trabajo de todos debe concentrarse en lograr los acuerdos que Chile necesita en temas sociales, económicos y de seguridad. »