Vistas al microscopio, las mariposas parecen ofrecer las soluciones de un mundo nuevo. Científicos estadounidenses descubrieron recientemente que el hilo de seda con el que forma su capullo consta de solo dos proteínas. En la Universidad de Tufts, en Massachusetts (EEUU), se aisló una de estas dos proteínas, la fibroína, para crear un material innovador. “Creamos una solución de moléculas de fibroína suspendidas en agua. Es una base mágica sobre la que puedes dar forma a casi cualquier cosa que quieras”., explica Fiorenzo Omenetto, que dirige el laboratorio “Silklab”. Este material de aspecto líquido puede permanecer flexible y volverse tan resistente como el Kevlar. A los ojos de los investigadores, las posibles aplicaciones parecen casi infinitas y particularmente interesantes para la medicina.
Porque la fibroína también tiene la ventaja de que es compatible con el cuerpo humano. “Este material básico, al que se le puede dar forma con las herramientas habituales de un mecánico, se puede utilizar para hacer pequeños Vi, por ejemplos”, continúa el investigador. Estos tornillos, se dice, podrían reemplazar a los de metal que se usan hoy en cirugía. Sobre todo porque la fibroína tiene otra ventaja, libera un ingrediente activo que facilita la formación de hueso. “Dos mundos se encuentran aquí. Propiedades mecánicas por un lado. Propiedades medicinales por otro lado.”el científico se maravilla.
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