Los votantes ya no están entusiasmados con la idea de una nueva constitución

En las calles peatonales de Santiago de Chile, algunos activistas lucharon para repartir volantes de su candidato a futuro Consejo Constitucional. Los transeúntes no prestaron mucha atención, aunque este domingo 7 de mayo más de 15 millones de chilenos tenían el deber de acudir a los colegios electorales para elegir a 50 regidores constituyentes.

Estos nuevos cargos electos asumirán el cargo el 7 de junio y dedicarán cinco meses a debatir el nuevo texto constitucional que actualmente está redactando un grupo de 24 expertos. Designados por el Congreso en febrero, estos expertos, en su mayoría abogados, están redactando una nueva constitución para reemplazar la constitución de 1980 del dictador Pinochet.

Espacio de maniobra reducido

Por tanto, dos órganos tienen la tarea de redactar el texto: la comisión pericial y el consejo constitucional. Entonces una comisión tiene que velar por el cumplimiento de los 12 “fundamentos constitucionales” Los partidos políticos habían acordado esto incluso antes de que comenzara la redacción del texto.

“Hay mucho menos margen para este nuevo proceso” explica Claudia Heiss, politóloga de la Universidad de Chile. “El Comité de Expertos tiene que ser un órgano que dé su opinión sobre las reglas, pero son los votantes quienes tienen que tener la última palabra”.añade su homóloga de la Universidad Católica, María Cristina Escudero.

Segunda votación en dos años

Este es el segundo intento en menos de dos años de presentar un nuevo texto fundacional a Chile. En 2022, tres años después de la revuelta social, una asamblea de 155 votantes, en su mayoría de movimientos sociales, presentó una constitución que proponía una reforma institucional radical. El 4 de septiembre, contrariamente a todas las expectativas, el 62% de los votantes rechazó esta propuesta en un referéndum.

Desde ese fracaso, las reformas sociales del gobierno de Gabriel Boric se han visto comprometidas, la inseguridad y el narcotráfico son preocupaciones importantes y ha aumentado el desinterés por una nueva constitución. Así lo demuestra un estudio del Instituto Criteria “Solo el 31% de los chilenos está interesado en redactar la nueva constitución”.

Pueblos indígenas independientes y ausentes

A diferencia de la asamblea de 2022, donde los candidatos eran en su mayoría independientes, los candidatos de 2023 son de partidos políticos. Solo tres candidatos no desplegados recibieron las firmas requeridas para la candidatura. En cuanto a los pueblos indígenas, aunque en 2022 se les reservaron 17 de los 155 escaños, solo dos candidatos mapuche forman papeleta especial en esta elección. Solo obtienen un escaño si obtienen el 1,5% de los votos a nivel nacional.

Cinco listas políticas chocaron. A la izquierda, Unidad por Chile reúne a los partidos del gobierno de Gabriel Boric. En el centro-izquierda, Tous pour le Chili reúne a partidos más orientados al consenso, como el Partido Demócrata, que también es miembro del gobierno bórico.

También hay división en el lado derecho. El Partido Republicano, encabezado por el excandidato presidencial de extrema derecha José Antonio Kast, se opone a la derecha tradicional del expresidente Sebastián Piñera y al liberal populista Franco Parisi. Según Claudia Heiss, “Los partidos miden fuerzas para esta elección y todo indica que las condiciones no son favorables para la izquierda”. El futuro de la constitución chilena se anunciará en el próximo referéndum del 17 de diciembre de 2023.

Augusto Bojorquez

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