Luego de varios meses dedicados a definir un curso de acción, los 155 representantes de la Convención Constituyente, la asamblea encargada de redactar la nueva Constitución chilena, comenzaron a mediados de febrero a aprobar los primeros artículos que ahora se incluyen en el borrador de la nueva Texto de la Constitución Chilena.
→ INFORME. Con su nueva constitución, Chile intenta una revolución silenciosa
Algunos ya reflejan decisiones importantes. El más emblemático es probablemente el que define a Chile “un estado regional, plurinacional e intercultural integrado por entidades territoriales autónomas en un marco de justicia y solidaridad entre ellas, preservando así la unidad e integridad del estado”.
“Un reclamo que se remonta a décadas”
“Es un día histórico para nosotros los pueblos indígenas”, lanzó la mapuche Rosa Catrileo, coordinadora de la comisión “Sistema Político”, durante la votación de esta medida. “Acabamos de aceptar un reclamo que data de hace décadas. Y no solo para los mapuche (“Gente del país” en mapudungu, su idioma, nota del editor) sino por todos los pueblos de la tierra” Ella añadió. Las primeras naciones lograron que se les reservaran 17 de los 155 escaños de la Convención Constituyente, un porcentaje ligeramente inferior a su peso demográfico (casi el 13% de los chilenos dice pertenecer a uno de estos pueblos).
→ INFORME. Palabras inéditas en Chile para los pueblos indígenas
Los cambios son profundos: la constitución actual, aprobada en 1980 durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), confirma que Chile es un “estado unitario”. No se reconoce la existencia ni los derechos de las naciones originarias que existieron antes de la fundación del Estado chileno (1818).
Sin embargo, este artículo –aprobado por 112 votos a favor, más que el mínimo exigido de dos tercios de los votos de la Asamblea Plenaria– sólo define un principio general. Las demás comisiones de la convención tienen ahora la difícil tarea de hacer aprobar artículos que den forma concreta a este concepto de Estado plurinacional. Por ejemplo, la Comisión de Forma de Gobierno propone reemplazar el actual Senado por un Consejo Territorial, una cámara que complementa al Consejo de Diputados, que se ocupa de los asuntos regionales y está integrada por representantes de las distintas naciones.
¿Para una extensión?
El borrador de la nueva constitución todavía tiene que ser sometido a referéndum, probablemente el próximo septiembre. A menos que la convención constituyente, que trabaja día y noche para cumplir el plazo de un año del “Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución”, obtenga una prórroga. María Elisa Quinteros, la nueva presidenta del organismo, ya lo ha anunciado “consideró solicitar una extensión”.
→ ANÁLISIS. Una nueva generación toma el poder en Chile
Una petición que seguramente apoyará el presidente de la República, Gabriel Boric, quien asumió el cargo el viernes 11 de marzo, aunque la decisión recaiga en el Congreso. En la ceremonia de entrega de su Gabinete de Ministros, el joven Presidente (36) reiteró su apoyo a los trabajos de la Convención: “Nuestra misión es cuidar el proceso constitucional y facilitar el trabajo de la convención constituyente (…) », él explicó.
Una postura que contrasta con la del presidente saliente Sebastián Piñera, a quien la Convención acusó de no ser voluntario. Por lo tanto, la nueva constitución se seguirá redactando en Santiago bajo la mirada de un nuevo gobierno más acorde con las aspiraciones del organismo redactor.
“Amante de la cultura pop sutilmente encantador. Evangelista de Internet. Solucionador de problemas de por vida. Entusiasta de la cerveza”.