Chile vota por una gran reforma de la constitución heredada de Pinochet

En la votación de los autores de la nueva Ley Fundamental, los partidos independientes prevalecen tras resultados parciales.

Los partidos de izquierda, que querían reescribir fundamentalmente la constitución chilena heredada de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990), se adelantaron a la derecha conservadora la noche del domingo 16 de mayo, pero los partidos independientes se adelantaron a los redactores. en la votación de la nueva Ley Fundamental.

Las dos listas, que aglutinan a candidatos de centroizquierda al Partido Comunista que pretenden proponer un nuevo modelo de país con varios derechos sociales garantizados como la educación, la sanidad o la vivienda, obtienen el 33% de los votos tras el recuento de 64 % de la boleta. Con el 21% de los votos, la derecha en el poder, que defiende el actual sistema que habría favorecido el crecimiento económico del país, no tiene control sobre las decisiones de la Asamblea Constituyente, que estará compuesta por 155 miembros electos por igual, de de los cuales 17 son escaños reservados para los 10 pueblos indígenas.

Candidatos independientes —actores, escritores, profesores, trabajadores sociales, abogados—, muchos de los cuales habían participado en el mayor levantamiento social en décadas, comenzaron en octubre de 2019 a exigir una sociedad más justa, expulsando a los partidos tradicionales y acaparando el resto de los votos. Según Marcelo Mella, politólogo de la Universidad de Santiago, “más (candidatos independientes) son outsiders, no partidistas y partidistas”.

A pesar de la falta de encuestas y de las difíciles previsiones electorales, ningún analista esperaba semejante represión a los candidatos independientes ni el mal resultado de la derecha en el poder, unida a la ultraderecha en una sola lista, en las próximas elecciones presidenciales de noviembre. Los resultados lo muestran claramente. “que la fuerza electoral de los independientes es mucho mayor de lo que se pensaba, lo que confirma que la ciudadanía está harta de los partidos tradicionales”, estimó Mireya Dávila del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile. segun ella “El sistema político se está reconfigurando, hay aires de cambio en Chile, pero también es complejo porque habrá que negociar con cada uno de los independientes y tratar cada una de sus posiciones dentro de la Asamblea Constituyente». Daniel Jadue, el candidato presidencial del Partido Comunista, se mostró complacido “Los sectores que quieren cambiar el país han ganado”.

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Otra lección importante aprendida de esta votación, que duró dos días debido a la epidemia de coronavirus, fue la insatisfacción de los votantes, de los cuales solo el 37 % se movió durante los dos días de votación. La participación fue del 20,44% de los 14,9 millones registrados al cierre de la jornada del sábado, según el Servicio Electoral. Javier Macaya, presidente de la Unión Democrática Independiente (UDI), el mayor partido de derecha de Chile, dijo que el país “Ha dado una señal que debemos escuchar. Los votantes han descuidado los bloques políticos tradicionales”.. Eso estima Heraldo Muñoz, candidato del Partido Progresista por la Democracia (PPD). “La fuerza de los independientes llega de improviso y da una lección a la clase política”.

Reescribir la constitución fue una de las demandas que surgieron del violento levantamiento social de octubre de 2019. Reemplazará al diseñado en 1980 bajo el régimen militar de Augusto Pinochet. La modificación de la Ley Básica actual, que restringe severamente la acción del Estado y fomenta la actividad privada en todas las áreas, especialmente en educación, salud y pensiones, es vista como la eliminación de un gran obstáculo para reformas sociales profundas en uno de los países más desiguales de América Latina. Según las encuestas, más del 60% de los chilenos cree que esta constitución ha creado un sistema que solo beneficia a unos pocos privilegiados. Guillermo Guzmán, un arquitecto de 57 años, dijo que estaba “llegó (votante) con la esperanza de generar un cambio para el país”. “Para que construyamos una nueva constitución, muy alejada de la que nos dejó la dictadura”.

Este proceso electoral es también el primero en el mundo en el que se elige una asamblea constituyente equitativamente con igual número de hombres y mujeres. La nueva constitución tiene nueve meses para redactarse y solo puede renovarse una vez por otros tres meses. Debe ser aprobado o rechazado por referéndum obligatorio en 2022.

Esperanza Pardo

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