Publicado el 9 de diciembre de 2021 a las 10:39 amActualizado el 9 de diciembre de 2021 a las 5:02 p. m.
Fuerte fuego contra el Dragón de la Inflación. El banco central brasileño volvió a subir su tasa de interés clave el miércoles por la noche en 150 puntos hasta el 9,25%, el nivel más alto en cuatro años. El comité de política monetaria ya ha anunciado que repetirá la dosis en su próxima reunión de febrero. ¿Por qué sacar tanta artillería pesada? Porque la inflación ha superado la marca del 10% y el banco central probablemente ha considerado el aumento de precios como un fenómeno temporal durante demasiado tiempo.
La situación es grave: incluso se espera que las cifras oficiales de noviembre arrojen una tasa anual del 11% este viernes. Combustibles, alimentos, energía… la factura del consumidor es alta y la subida de precios se ha extendido a múltiples sectores de la economía.
política restrictiva
Eso dejará a Brasil muy por debajo de su objetivo de inflación oficial del 3,75% (con una tolerancia de 150 puntos), pero los economistas creen que la política monetaria actual debería dar sus frutos. « El banco central ha hecho su trabajo. Este aumento de tasas junto con la desaceleración de la economía reducirá el ritmo de la inflación el próximo año, que probablemente caerá por debajo del 5%”, dijo Octavio de Barros, asesor de OMRBarros.
En poco más de un año, las tasas de política deberían aumentar del 2% a casi el 12%. « Nunca habíamos visto un tornillo girar a tal escala en Brasil”, dijo Marcelo Giufrida, presidente de la administradora de patrimonio Garde y ex BNP.
Pero el remedio de los caballos no está exento de rastros. “Las tasas de interés en los mercados financieros ya rondan el 12%, lo que explica en parte el bajísimo nivel de actividad económica”, dijo. Las cifras oficiales de esta semana mostraron que la economía de Brasil había vuelto a caer, con una caída del PIB del 0,1% en el tercer trimestre y del 0,4% en el segundo trimestre frente al primero. Varios economistas ya no dudan en pronosticar una recesión para el próximo año.
Malas noticias en el frente laboral
La renovada caída del crecimiento podría costarle muy caro a Brasil a los ojos de los inversores, según cree un economista brasileño: « Brasil debe demostrar que puede volver a la senda del crecimiento. »
La política del ahora independiente banco central podría resultar, por tanto, un trago amargo para el gobierno de cara a las próximas elecciones de octubre próximo. “Es un momento delicado porque estamos entrando en un período electoral y esto no es favorable para el actual presidente que busca un nuevo mandato”, explica Octavio de Barros.
Malas noticias también en el frente laboral. El gobierno, que anunció a principios de año que las empresas habían agregado 140.000 puestos de trabajo en 2021, luego revisó sus datos dos veces y finalmente admitió que se habían perdido 190.000 puestos de trabajo. Una ducha muy fría.
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