Ahora, cada año, las sequías estivales y las olas de calor aumentan en intensidad, impidiendo el crecimiento de las flores en el jardín ornamental para quienes se preocupan por el cada vez más preciado recurso hídrico y quienes quieren demostrar buena ciudadanía respetándola Se imponen medidas de restricción de agua de riego por las prefecturas caso por caso.
Esto no significa que ya no sea posible hacer florecer su jardín, pero por otro lado significa que está listo para cambiar sus hábitos de floración… ¡algo que algunas personas encuentran difícil a veces! Como ejemplo, aquí hay 10 plantas con flores especialmente diseñadas para sobrevivir veranos secos sin lluvia y casi sin riego.
1 – Santolina (Santolina chamaecyparissus)
Santolina (Santolina chamaecyparissus), una planta de garriga originaria de las zonas rocosas del Mediterráneo, se cubre en verano de pequeñas flores esféricas de color amarillo llamadas “botón de arranque”. Su follaje compacto, aromático, perennifolio, gris verdoso, forma una planta vivaz de silueta esférica, que alcanza los 50-60 cm de altura, muy apta para la poda. Es perfecto para bancos secos, jardines de rocas, lechos bañados por el sol y muestra una tolerancia excepcional a la sequía. El frío invernal puede bajar a -15°C sin molestarla.
2 – Verdolaga de Cooper (Delosperma cooperi)
verdolaga de Cooper (Delosperma cooperi) es una de las cubiertas de suelo ideales para un jardín de rocas secas o un muro bajo, pero también una planta que no necesita riego incluso cuando se presenta la sequía. Originaria de Sudáfrica, esta planta perenne con hojas perennes y carnosas características de las suculentas tolera temperaturas de hasta -10 °C incluso en invierno. De mayo a septiembre, según la variedad elegida, alegrará tu jardín con varios colores vivos: rojo, rosa, fucsia, blanco, morado, naranja…
3 – Lavanda (Lavandula angustifolia)
lavanda (Lavándula angustifolia), la perenne emblemática de Provenza, aprecia los suelos secos, pedregosos, secos y cálidos, lo que la hace extremadamente resistente a las sequías estivales cuando está expuesta al sol. Por otro lado, también es muy resistente al frío, hasta -15°C. De junio a septiembre, sus púas de color azul a púrpura, muy fragantes, atraen a todo tipo de recolectores, formando un grupo esférico que puede caber en un borde, un jardín de rocas o incluso hacer un borde magnífico, por ejemplo.
4 – Gaura de Lindheimer (Gaura lindheimeri)
Gaura de Lindheimer (Gaura Lindheimeri) se muestra resistente a todas las olas de calor ya todos los suelos ingratos siempre que no estén húmedos. Originario de las áridas praderas de los Estados Unidos, Gaura crece bien en suelos secos y cálidos, incluidos los rocosos, ya que la raíz principal de esta planta perenne está muy interesada en la frescura. Sus flores blancas o rosadas, más o menos intensas, evocan la forma de mariposas y se renuevan desde junio hasta las heladas: con sus esbeltos tallos que pueden alcanzar 1,20 m de altura, el Gaura ofrece una silueta ligera que nunca ha cambiado de ola tras viento. El invierno la hace desaparecer, pero en primavera resurge en el tocón cuando su rusticidad alcanza los -15°C.
5 – Erizo lanudo (Stachys byzantina)
La oreja lanuda (Stachys bizantina), también llamada “oreja de oso” por sus hojas grandes y esponjosas, tiene su origen en las praderas y colinas áridas de regiones desde el Cáucaso hasta Irán. Esta planta perenne rizomática no teme al frío (-20°C) y tiene hojas perennes cubiertas de plumas que le dan un color plateado. Esto la protege de las altísimas temperaturas que la embellecen aún más con sus flores discretas, fragantes, rosadas, en espigas, muy decorativas de junio a septiembre. A partir de una altura máxima de 40 cm, es ideal para borduras o jardines de rocas a pleno sol.
6 – Milenrama (Achillea spp.)
milenrama (Achillea millefolium) es la conocida especie silvestre que invita a lo largo de los caminos, pero también hay otras con cultivares que permiten flores en umbela chatas muy vistosas, rosa brillante, rojo, amarillo dorado, etc. Estas perennes de origen mediterráneo son particularmente resistentes a la falta de agua y a las olas de calor, totalmente resistentes (-15°C), florecen de junio a septiembre y pueden incluirse como cubresuelos para arbustos enanos en parterres mixtos para los arbustos más altos (0,80m) formas (25cm). El follaje gris, fino y muy cortado desaparece en invierno para reaparecer en primavera.
7 – Cosecha de otoño (Sedum spectabile)
La cosecha de piedras de otoño (Sedum espectacular) es una de las muchas especies del género perfectamente adaptadas al frío extremo (-20°C) y condiciones de sequía. Esta suculenta de 40 a 50 cm de altura resiste ambientes duros y secos con su follaje verde vidrioso que almacena agua. Las flores de color blanco rosado a rosa brillante, sostenidas en diminutas estrellas en densas umbelas, atraen abejas, mariposas, abejorros y otros insectos benéficos del jardín de agosto a octubre, especialmente al final del verano. ¡Incluso en invierno, sus flores secas siguen siendo decorativas en el jardín!
8 – Cucaracha (Lychnis coronaria)
El berberecho de jardín (Lychnis coronaria), que es muy común en los jardines de los párrocos, tiene la ventaja de soportar tanto el frío (-15°C) como la radiación solar de los suelos secos, áridos y baldíos de su región de origen en torno al Mediterráneo. Con su follaje siempreverde, esponjoso, de color verde plateado que forma una roseta tupida que puede alcanzar una altura de 80 cm, el Pointed Clover se cubre de pequeñas flores sencillas de color púrpura intenso de junio a agosto. Para añadir un lado natural o salvaje a su jardín, instálelo en borduras, en parterres secos o en la rocalla. Cuando se cultiva como una bienal, volverá a sembrarse espontáneamente sin volverse invasiva.
9 – Valeriana (Centranthus ruber)
Valeriana roja (Centrantus ruber) crece sobre los viejos muros, en los bordes de las aceras y resiembra bastante abundantemente. Adherente a jardines secos, paredes bajas y taludes, la valeriana no requiere mantenimiento ni riego. Su variedad es resistente al frío (-15 ºC) y sus raíces rizomatosas están bien ancladas. Forma matas tupidas de 60 cm de altura en promedio y flores pequeñas, carnosas, semiperennifolias, hojas verde jade que acompañan a diminutas flores rosadas agrupadas en umbelas, atrayendo mariposas y polinizadores.
10 – Amapola de California (Eschscholzia)
La amapola de California (Eschscholzia) es nativo del noroeste de los Estados Unidos y se destaca por su resistencia a los sitios soleados y suelos secos y pobres, ¡así como a los jardines atendidos por personas mareantes! Ella está sola y, aunque es anual, se resiembra a sí misma y, sin volverse invasiva, ofrece sus pétalos de color naranja brillante que recuerdan a las amapolas todos los años de mayo a septiembre. Su follaje azulado, grácil, ligero y finamente recortado contribuye a la delicadeza de esta extraña amapola, de 25 a 40 cm de altura y resistente a -10 ºC, ideal para jardines de inspiración natural.
Muchas otras flores que conservan el agua pueden prosperar en suelos expuestos a la sequía del verano: ajo ornamental, romero, siempreviva, aeonium, fleabane, tártago (Euphorbia charachias) y pastos como la festuca azul (festuca glauca), cabello de ángel (Stipa tenuifolia)…
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