El gobierno ha dicho que está trabajando en un “plan de atención sanitaria universal” y, en particular, está trabajando para reducir los precios de los medicamentos.

En respuesta a las protestas sociales que sacuden al país desde hace casi tres meses, el presidente chileno, Sebastián Piñera, anunció el domingo un proyecto de ley para reformar el sistema de salud. Esta reforma del Fondo Nacional de Salud (FONASA), con el objetivo de impulsar un “plan universal de salud”, toma en cuenta lo que “el pueblo nos ha pedido”, afirmó el Presidente al presentar su proyecto.

El plan pretende beneficiar a los 14,5 millones de chilenos que utilizan el sector público de salud y a los más de tres millones de pacientes del sector privado. En particular, prevé “reducir los precios de los medicamentos” y ampliar las autorizaciones para que clínicas privadas traten a usuarios del sector público.

La salud, principal preocupación

También se aumentará la participación del Estado en la compra de medicamentos, subrayó el presidente, prometiendo “una reducción de precios de hasta un 60%” para los tratamientos de enfermedades crónicas como la hipertensión arterial y la diabetes. Chile es uno de los países de la región donde los medicamentos son más caros y el sistema de salud es una de las principales preocupaciones de los chilenos que se manifiestan contra la desigualdad social desde octubre.

El Parlamento debe considerar este proyecto de reforma sanitaria al mismo tiempo que una serie de medidas que forman parte de una “agenda social” con la que el Gobierno quiere responder a las protestas. A principios de diciembre, el gobierno puso 5.500 millones de dólares sobre la mesa para resolver la crisis social y reiniciar la actividad económica que colapsó en octubre. También prometió pagar un bono especial a 1,3 millones de familias.

La peor crisis desde la dictadura

La crisis social comenzó el 18 de octubre con manifestaciones estudiantiles contra el aumento de los precios de los billetes de metro, que luego se convirtieron en una revuelta social a gran escala. Es la peor crisis desde el fin de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990).

Los chilenos han seguido protestando contra las desigualdades que existen en un país con una economía próspera y donde dicen que el Estado está fallando en las áreas de educación, salud y pensiones. Hasta el momento, 29 personas han muerto en estas protestas.