DESCUBRIMIENTO – Chile presentó este lunes 19 de abril al “Arackar Licanantay”, una especie de dinosaurio hasta ahora desconocida encontrada hace casi 30 años en el desierto de Atacama, en el norte del país. Es el tercer dinosaurio descubierto en Chile.
Este ejemplar es una especie de titanosaurio de forma similar al “Diplodocus” y mide aproximadamente 6,3 metros de largo. Pertenece a la familia de los “saurópodos, herbívoros de cuello largo, cola larga, cuyas extremidades parecían columnas”, explicó David Rubilar, jefe del departamento de paleontología del Museo Nacional de Historia Natural de Chile, durante una conferencia de prensa.
Los restos fueron encontrados en la década de 1990 por el geólogo chileno Carlos Arévalo, quien recuperó partes de un fémur, húmero, isquion y elementos vertebrales del cuello y lomo del animal.
Al presentar esta nueva especie, David Rubilar destacó que vivió en el último período Cretácico, entre 66 y 80 millones de años, en la zona que hoy corresponde a la región de Copiapó, a unos 600 kilómetros al norte de Santiago.
El científico explica: “En el período Cretácico surgió un nuevo grupo de estos dinosaurios, llamados titanosaurios. Este ejemplar pertenecía a los titanosaurios, que eran herbívoros. Había dinosaurios pequeños como en el caso de Arackar Licanantay, de más o menos entre seis y ocho metros de altura, pero también había dinosaurios enormes, de más de 30 metros de altura”. El tamaño de los huesos encontrados lleva a los científicos a creer que se trataba de El ejemplar de esta nueva especie encontrada es un “subadulto”.
Un descubrimiento valioso para los científicos que estudian el período Cretácico
El especialista señaló que estas especies de dinosaurios son más comunes al otro lado de los Andes, en Brasil o Argentina, por lo que el hallazgo en Chile es “muy valioso”.
David Rubilar formó parte de las misiones que recorrieron el desierto de Atacama, el más seco del mundo y a más de 3.000 metros de altura, entre 2006 y 2011, para estudiar y obtener más muestras de huesos de Arackar de Licanantay, pero sin éxito, aunque encontraron Restos de otro dinosaurio que aún no han podido clasificar.
Además de los restos, también obtuvieron información sobre la zona durante el período Cretácico, donde había un lago y el clima era húmedo y muy caluroso, alrededor de 24 grados centígrados, similar al actual. La vegetación de la región, hoy prácticamente un desierto de rocas y arena, se caracterizaba por la presencia de determinadas familias de plantas con flores como el laurel y coníferas como las araucarias y los podocarpos, además de helechos.
“Antes de la extinción de estos dinosaurios hace 66 millones de años, la mayoría de los titanosaurios experimentaron una disminución en el tamaño corporal que coincidió con cambios ambientales”, explicó el investigador argentino Bernardo González, quien destacó la importancia de América del Sur para estas especies de titanosaurios, de los cuales alrededor de 80 son conocidos mundialmente y casi 55 provienen del continente sudamericano.
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