Según el Ministerio de Sanidad, el número de casos ha aumentado un 96% desde 2010.
“Hemos tocado fondo”. Esta es la clara observación del inmunólogo chileno Alejandro Afani, dada la rápida propagación del virus del SIDA en todo el país durante los últimos siete años. Según el Ministerio de Salud, el número de casos ha aumentado un 96% desde 2010, de 2.968 nuevos casos en 2010 a 5.816 en 2017. Este año, el Instituto de Salud ya ha registrado más de 3.500 casos. Salud pública. “Con estos nuevos datos, estimamos que casi 100.000 personas están afectadas (en todo el país)”, comenta Emilio Santelices, ministro de Salud, en las columnas de La Segunda, indicando que casi 40.000 personas se contagiarían sin siquiera saberlo. Un crecimiento exponencial que afectaría especialmente a los jóvenes de entre 15 y 24 años.
La causa principal: la impopularidad del preservativo, que al menos el 20% de los jóvenes no utiliza porque lo consideran inútil. “Los jóvenes ya no tienen en cuenta este riesgo en absoluto”, comenta el ministro, esta vez en Bio-Bio-Radio. Pero evidentemente esa no es la causa principal de esta recuperación sin precedentes en un país donde, paradójicamente, el PIB bruto per cápita es el más alto de todo el continente.
Políticas de salud pública ineficaces
Muchos virólogos y expertos han recordado en los últimos años que las autoridades chilenas ignoraron durante demasiado tiempo este problema de salud pública y no implementaron medidas efectivas de detección y tratamiento. De hecho, como señala la revista en línea Vice, la atención médica gratuita y el acceso a medicamentos antirretrovirales están garantizados por la ley chilena. Por otra parte, no todos los tratamientos disponibles cumplen con las últimas directrices internacionales y las autoridades no ofrecen métodos de detección rápida ni clínicas móviles, aunque los métodos están muy extendidos, especialmente en ciertos países del África subsahariana. “Las autoridades parecen no ser conscientes de los tiempos que vivimos ni de la urgente necesidad de un cambio. [les choses] en términos de acceso a tamizaje y tratamiento”, denunció en 2016 Carlos Beltrán, inmunólogo y director de la asociación Sida-Chile.
Sin educación sexual
Por el lado de la prevención, Chile sigue fracasando con campañas para promover el uso del condón que tienen poco impacto. En algunas comunidades rurales y/o indígenas, el SIDA simplemente no forma parte del vocabulario común porque la enfermedad es completamente desconocida.
Finalmente, en Chile en general casi no existe educación sexual. En 2015, la organización internacional Planned Parenthood llegó a estimar que este país todavía mayoritariamente conservador tenía las peores políticas en este ámbito de todos los países latinoamericanos. De hecho, no es raro que algunas escuelas promuevan la abstinencia en lugar de ofrecer lecciones adaptadas a jóvenes que a menudo están mal informados. Resultado ? Según un informe del Ministerio de Salud de 2016, el número de jóvenes que viven con el VIH ha aumentado un 74% en los últimos cinco años. Precisamente ayer, el invitado de TVN, el presidente Sebastián Piñera, confirmó que son los padres quienes son responsables de la educación sexual de sus hijos, aunque reconocieron tímidamente que el Estado también debe contribuir.
Por su parte, Emilio Santelices aseguró esta semana que la lucha contra el sida será la nueva prioridad de su ministerio, indicando que en los próximos días se presentará un nuevo plan nacional de prevención. Hasta entonces, se llevará a cabo una campaña de detección gratuita en todo el país.
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