Los obispos chilenos están decididos a participar seriamente en el debate político sobre la nueva constitución del país. El proyecto, elaborado por una Asamblea Constituyente en reemplazo del actual texto heredado de la dictadura, fue presentado al presidente Gabriel Boric el 4 de julio. Ahora tiene que ser aprobado por referéndum el 4 de septiembre.
Un referéndum incierto
Chile ha entrado así en la campaña electoral, que promete ser accidentada y cuyo desenlace es incierto. Sobre todo porque ciertas decisiones, como la decisión de incluir el aborto en la constitución, han causado mucha controversia.
Los obispos chilenos, que se reunieron del 18 al 22 de julio para discutir el texto de la nueva constitución, dieron a conocer un documento de cinco páginas en el que llamaron a la defensa del bien común. Este alegato, sobriamente titulado “Los obispos de Chile ante el proyecto de constitución. Elementos de discernimiento tiene como objetivo explicar la posición del episcopado antes de la votación del 4 de septiembre.
“Preocupación por la vida y el desarrollo” del pueblo chileno, exhortan a sus conciudadanos a acudir a las urnas y emitir su voto “Consejo para iluminar la conciencia de todos, especialmente de los que profesan la fe cristiana”.
defensa de la dignidad humana
Aseguran haber examinado el proyecto de constitución, un texto fraccionario, a la luz de la defensa de la dignidad humana. Como tal, demuestran que aprecian el texto. “en su propuesta sobre los derechos sociales, el medio ambiente y el reconocimiento de los pueblos indígenas”. De hecho, en este nuevo documento, Chile se define específicamente como un estado “multinacional, intercultural y ecológica”.
Por otro lado, como era de esperar, se oponen firmemente a la introducción del derecho al aborto en la nueva constitución, pero también a las normas “los que dejan abierta la posibilidad de la eutanasia, los que distorsionan la comprensión de la familia, los que restringen la libertad de los padres para criar a sus hijos, y los que ponen ciertos límites al derecho a la educación y a la libertad de religión”.
Una Iglesia en Crisis de Legitimidad
El episcopado chileno hace un llamado que desafía el debate político y las divisiones “Cada ciudadano se compromete personalmente con el bien común y la justicia y busca ser un pacificador en los diversos ambientes en los que vive.” Ninguno El texto constitucional no puede sustituir a la conversión del corazón humano y de nuestras relaciones como actitudes básicas para la construcción de un país mejor”. existen los obispos chilenos. También subrayan que el referéndum, sea cual sea su resultado, no es un fin en sí mismo en la búsqueda de una sociedad más justa.
Empantanada en una crisis de confianza y legitimidad, combinada con un nefasto manejo de las agresiones sexuales cometidas en ella, la iglesia chilena intenta renovar el diálogo con la sociedad civil. En Chile, la adhesión a la religión católica está en caída libre: el 42% de la población se declaró católica en 2021, frente al 70% hace quince años.
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