Al menos 22 personas han muerto en más de 250 incendios forestales en el centro de Chile, que está siendo devastado por una feroz ola de calor, según un nuevo recuento creciente de incendios forestales publicado por las autoridades el sábado.
También hay 554 heridos, 16 de ellos de gravedad, dijo la ministra del Interior, Carolina Toha.
De 251 incendios activos, 80 están fuera de control, dijo el Servicio Nacional de Prevención y Atención de Desastres (Senapred).
Un informe anterior del sábado informó 16 muertes, frente a las 13 del viernes. Entre ellos, un piloto de nacionalidad boliviana y un mecánico de nacionalidad chilena, quienes este viernes se estrellaron en un helicóptero que combatía incendios, según informó la Senapred.
Ante esta situación, el presidente de Chile, Gabriel Boric, declaró el estado de emergencia en la región de La Araucanía luego de tomar una medida similar para las regiones del Ñuble y Biobío.
En particular, tal medida permite a las autoridades restringir el movimiento de personas y desplegar el ejército cuando lo consideren necesario.
El presidente Boric interrumpió este viernes sus vacaciones para dirigirse a la ciudad de Concepción, 510 kilómetros al sur de la capital Santiago.
“No los vamos a dejar solos”, prometió el Presidente a los chilenos afectados en Twitter.
Estos incendios ocurren durante una ola de calor extremo con temperaturas cercanas a los 40 °C, lo que hace que las autoridades teman un desastre similar al de 2017.
Este año, un gigantesco incendio forestal se cobró once vidas, unas 6.000 víctimas, destruyó más de 1.500 viviendas y arrasó 467.000 hectáreas de terreno.
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