De Chile a Hong Kong, pasando por Francia, Argelia y la India: el mundo ardía en 2019. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el denominador común de esta ola de manifestaciones no es otro que las desigualdades. ““Es un signo innegable de disfunción en nuestra sociedad globalizada, a pesar de los avances sin precedentes en la lucha contra la pobreza, el hambre y las enfermedades”. afirma la institución en la edición de 2019 de su informe sobre desarrollo humano (1). “El denominador común de estas protestas es una profunda y creciente insatisfacción con la desigualdad.“

El organismo de la ONU advierte sobre una nueva generación de desigualdades que, de no resolverse, crearán un “nueva gran divergencia” en la sociedad, algo sin precedentes desde la Revolución Industrial. “En el siglo XX, las desigualdades afectaron principalmente a las necesidades básicas, los ingresos, el acceso a la educación y la salud. Hoy vivimos una nueva generación de desigualdades vinculadas a dos cambios sísmicos: el surgimiento de nuevas tecnologías, la cuarta revolución industrial, la economía digital y el cambio climático.explica Achim Steiner, administrador del PNUD.

Una brecha aún mayor para requisitos más avanzados

El informe concluye que las poblaciones de países con bajos niveles de desarrollo humano se están poniendo al día en términos de necesidades básicas, ya sea aumento de la esperanza de vida o incluso acceso a teléfonos móviles. Pero en áreas que darán forma al futuro, se están quedando aún más atrás. Por ejemplo, la proporción de población adulta con educación superior está creciendo más de seis veces más rápido en países con un desarrollo humano muy alto que en países con un desarrollo humano bajo, y las conexiones de banda ancha fija son 15 veces más rápidas. “Estas nuevas desigualdades –entre países y dentro de ellos– tienen consecuencias muy graves. Dan forma a las sociedades del siglo XXI”.afirma el PNUD.

La culminación de una ola de desigualdad

“Un título o el acceso a banda ancha, que alguna vez se consideró un lujo, se está volviendo cada vez más importante para el éxito. Aquellos que sólo tienen un nivel de vida sencillo ven desaparecer los peldaños de la escalera que conduce a su futuro”., confirmó el director del equipo RDH, Pedro Conceição. “El acceso a la salud, la educación, las nuevas tecnologías, los espacios verdes y los lugares limpios es cada vez más un indicador de la distribución de oportunidades y bienestar entre grupos de población, incluso entre países. confirmó Michelle Bachelet Jeria, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Al mismo tiempo, el cambio climático, las desigualdades de género y los conflictos violentos siguen alimentando y exacerbando las desigualdades, ya sean desigualdades en los niveles de vida básicos o estas nuevas desigualdades. Como explica el Informe sobre Desarrollo Humano: “La inacción ante estos desafíos sistémicos sólo profundizará las desigualdades y afianzará el poder y el dominio político de las elites”. “Lo que estamos viendo hoy es la culminación de una ola de desigualdad”. advierte el PNUD.

La encuesta de 2019 del Foro Global Positivo a 21.000 ciudadanos del G20 también muestra que la protección ambiental y el acceso a la educación se encuentran entre los problemas más urgentes que deben resolverse tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. Otras áreas problemáticas identificadas incluyen la transparencia, la corrupción y la evasión fiscal, el respeto de los derechos de los trabajadores y la lucha contra la pobreza.

Concepción Álvarez, @conce1

(1) Lea el informe del PNUD

(2) Ver la encuesta del Foro Global Positivo