Antoine Retours y Etienne Loisel, de 27 años, son amigos desde la infancia en Normandía, lejos de las montañas, y acaban de separarse. toda una aventura, el mes pasado en Chile. De hecho, son los primeros valientes en escalar el volcán más alto del mundo en un recorrido exprés. Nevado Ojos del Salado (6.893 m). El programa incluye un ascenso de 30 km y una transición de 4.500 a 6.893 m de altitud antes de emprender el descenso. 21:18 horas de increíble intensidad entre correr, caminar y escalar que los dos amigos que ahora viven en Lyon y Chambéry no olvidarán pronto.

“Oh, sí, lo recordaremos la última vez”, sonríe Antoine Retours, técnico hidráulico de Métropole de Lyon. Salimos a las 21 horas del 18 de febrero para llegar a la cima antes del mediodía del día siguiente y evitar la tormenta. Todavía nos gusta asumir desafíos en los que no estamos seguros de tener éxito. » En 2017 ya se distinguieron cruzando tres grandes lagos alpinos una fórmula de natación.

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“Exploramos nuevos recursos físicos y mentales”

A pesar de dos semanas de adaptación entre 4.700 y 6.700 m, los dos amantes de la alta montaña y de los senderos sufrieron hipotermia por la noche a 5.800 m… y a -30 °C. “Exploramos nuevos recursos físicos y mentales”, afirma Antoine Retours, que nunca había experimentado semejantes alturas. Me sentí como si estuviera flotando, mis músculos paralizados. Por suerte, tuve un destello de claridad cuando me di cuenta de que no tenía las piernas para seguir a Etienne. No quería impedirle vivir su sueño. »

Un punto de inflexión en esta enorme ascensión que sólo Etienne Loisel, guía de montaña, pudo superar el 19 de febrero, poco antes del mediodía. “No he vivido bien esta situación”, admite el especialista en carreras de kilómetro vertical. Temía que Antoine se enfadara conmigo por haberme ido sola, y entonces la soledad me pasó factura. Me quedé dormido sobre mi piolet y tuve alucinaciones: en cada montón de piedras veía hombres moviéndose…”

“Reconectarse es difícil”

Los dos Ródano-Alpes se encontraron finalmente hacia las 15.30 horas para darse un cálido abrazo en esta magnífica región de Atacama. Antes de disfrutar de un día de surf, cerveza y pisco sours. Valparaíso. Una transición suave antes de regresar a Lyon y Chambéry. “En este lugar tan aislado, todo era tan intenso que resulta difícil restablecer el contacto”, admite Antoine Retours. A la espera de sumergirse en otros proyectos extremos, el dúo intenta financiar la postproducción del documental que narra su vertiginoso interludio chileno.

Los ojos nevados del desierto (Traducción de Nevado Ojos del Salado) se espera para junio, y Antoine y Etienne tienen especialmente en cuenta los festivales de montaña en la región de Auvernia-Ródano-Alpes. “Nunca tuve la impresión de haber aprendido tanto sobre mí como aquí, en esta etapa real de mi vida”, concluye Lyonnais.

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