Lleva sobre sus hombros la furia del movimiento social de 2019 y encarna la esperanza de un nuevo modelo económico más igualitario: Gabriel Boric36, asumió el viernes 11 de marzo un delicado traspaso de poder en Chile, el más escrutado desde el retorno de la democracia en 1990.
En una “cuna del neoliberalismo en América Latina” chilena, el nuevo presidente elegido en diciembre contra la extrema derecha al frente de una coalición de izquierda que incluye al Partido Comunista prometió que también será “su tumba”..
Este expresidente de la Federación de Estudiantes Universitarios de Chile (FECH) sueña con construir un estado de bienestar para ayudar a la clase media endeudada y sacar a Chile de los últimos puestos de la mayoría de los rankings de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Prometió una importante reforma fiscal para incluir a los más ricos en su programa de mayor acceso a la salud, la educación y la creación de un nuevo sistema de pensiones, ahora totalmente privado.
Pero su deseo de cambios radicales en el modelo económico neoliberal de Chile se cumplirá con un crecimiento cercano a cero para 2023 y un parlamento que no estará del todo de su lado, incluso si “promete más que derechos sociales sin dejar de ser fiscalmente responsable”.
Un gobierno mayoritariamente femenino
Para llevar a cabo su plan, forjado en las bancadas de la facultad de derecho y al frente de las movilizaciones estudiantiles de 2011 “por una educación gratuita y de calidad”, Gabriel Boric se rodeó de sus fieles compañeras de armas: Camila Vallejo, 33, el nuevo portavoz del gobierno, y Giorgio Jackson, de 35 años, nombrado ministro de Relaciones con el Parlamento.
El gobierno de 42 años, compuesto en su mayoría por mujeres (14 mujeres de 24 ministros), tiene un tercio de independientes, incluido el ministro clave de economía y finanzas, el respetado exgobernador del banco central, Mario Marcel, de 62 años. El anuncio de su nombramiento calmó los mercados que se habían desplomado al día siguiente de la elección presidencial.
Las oficinas soberanas de Justicia, Interior y Defensa están todas dirigidas por mujeres.
El significado simbólico del nombramiento en defensa de Maya Fernández, de 50 años, nieta de ex presidente socialista Salvador Allende (1970-1973) derrocado por el general Pinochet es inmenso. Pretende acabar un poco más con los años de la dictadura, revivida por el ascenso a la segunda vuelta de José Antonio Kast, abierto admirador de Pinochet.
Luz Vidal, de 48 años, ex trabajadora del hogar y ahora sindicalista, se convertirá en la nueva Viceministra de la Mujer e Igualdad de Género, un nombramiento igualmente simbólico en un país marcado por la desigualdad social donde, según a. El 1% de los chilenos posee el 25% de la riqueza Agencia de la ONU.
Experiencia política limitada
Esta es la culminación de un cambio generacional en la política chilena, dice Gabriel Boric, que quería armar un “equipo de ministros, liderado por personas de diferentes orígenes y procedencias, un gobierno con mayoría de mujeres (…) , intergeneracional, con una Pluralidad de políticas y puntos de vista”.
La implementación de su programa podría verse facilitada por la adopción de una nueva constitución, si se confirma por referéndum. Escrito por una asamblea constituyente elegida, pretendía reemplazar al desarrollado bajo la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Fue una de las principales reivindicaciones del levantamiento social de 2019, del que Gabriel Boric es hoy heredero político y cuyas expectativas debe ahora estar a la altura.
Más desafíos esperan al “gobierno verde” anunciado por Gabriel Boric a los líderes empresariales a mediados de enero. Los problemas de seguridad pública, la migración ilegal y las tensiones con las comunidades indígenas se han prolongado durante más de una década y en su mayoría han empeorado.
Cuestiones que pueden paralizar el dinamismo en el que se asienta este inicio de legislatura están dominadas por la esperanza que inspira la juventud de Gabriel Boric pero atemperadas por su limitada experiencia política. Porque el exsindicalista solo cumplió dos mandatos como diputado, entre 2013 y 2021.
Con AFP
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