El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó el jueves a un ciudadano haitiano-chileno de ayudar e instigar en su presunto papel en el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse en julio pasado.
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Los cargos contra Rodolphe Jaar, de 49 años, fueron revelados en una corte de Miami, Florida, luego de que fuera arrestado en República Dominicana el 7 de enero y extraditado a Estados Unidos el lunes.
Según un documento obtenido por el FBI, Rodolphe Jaar admitió en una entrevista en diciembre que proporcionó armas y municiones al grupo de colombianos acusados del asesinato.
El 7 de julio de 2021, un comando irrumpió en la residencia privada del presidente haitiano Jovenel Moïse en Puerto Príncipe y le disparó 12 veces.
Su asesinato fue presuntamente orquestado por un grupo de ciudadanos haitiano-estadounidenses con base en Haití que presuntamente reclutaron al comando colombiano.
El documento del FBI alega que varios de los presuntos colombianos se hospedaban en la residencia “controlada” por Rodolphe Jaar, quien habría asistido a una reunión con uno de los principales organizadores de la conspiración.
La ley estadounidense se aplica aquí porque el plan fue organizado en parte en suelo estadounidense, en Florida, por ciudadanos estadounidenses-haitianos.
El documento del FBI también indica que el complot originalmente pretendía simplemente secuestrar y arrestar a Jovenel Moïse, pero había decidido asesinarlo menos de dos semanas antes de los hechos.
Rodolphe Jaar enfrenta cadena perpetua por ser cómplice de asesinato o secuestro fuera de los Estados Unidos y por brindar asistencia material con resultado de muerte.
Rodolphe Jaar es la segunda persona arrestada y acusada en Estados Unidos por la muerte de Jovenel Moïse, después del militar retirado colombiano Mario Palacios, quien fue acusado en Miami el 4 de enero por su presunta participación en el magnicidio.
Según los informes, tanto Mario Palacios como Rodolphe Jaar aceptaron ser extraditados a los Estados Unidos después de su arresto en el extranjero en lugar de enfrentar procedimientos formales de extradición.
Los patrocinadores y el motivo exacto del asesinato siguen siendo desconocidos para el público por el momento.
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos habla de una figura clave, un ciudadano haitiano-estadounidense, identificado solo como “Co-conspirador #1”.
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