A principios de esta semana, el gobierno de Nicaragua prohibió a seis ONG extranjeras operar en su territorio, incluido el Instituto Republicano Internacional y Oxfam, en represalia por las sanciones europeas y estadounidenses. “Llevamos cuarenta años trabajando con el pueblo de Nicaragua, siempre respetando la ley. Esperamos seguir haciéndolo en el futuro”, respondió la filial nicaragüense de Oxfam a los suyos. Cuenta de Twitter .
Esta prohibición se produce cuando Nicaragua se prepara para su próximo período electoral con elecciones presidenciales programadas para el 7 de noviembre. Daniel Ortega, de 75 años, líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional y presidente del país desde 2007, ha decidido postularse para un cuarto mandato consecutivo.
Oficialmente, las elecciones parecen respetar la pluralidad con candidatos de diferentes partidos. Pero en realidad estos micropartidos son aliados de los sandinistas en el poder y las dos principales coaliciones opositoras están siendo despojadas de candidatos para las elecciones presidenciales.
Oposición política inexistente
Cuestionable? Una ola de detenciones de opositores políticos alimentada por el régimen de Ortega que se ha acelerado desde junio. “El pretexto es la ley de soberanía nacional, introducida durante las manifestaciones de 2018, que permite la detención de personas sospechosas de atentados terroristas”, explica Maya Collombon, docente de Science Po Lyon y especialista en Nicaragua.
En la primavera de 2018, el país enfrentó una de las mayores oleadas de protestas de su historia con una brutal represión. Según la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), hubo más de 350 desapariciones forzadas durante este período. Desde 2018, más de 100.000 nicaragüenses han huido a la vecina Costa Rica. Entre ellos se encontraban importantes miembros de la oposición que tuvieron que salir de Nicaragua bajo amenazas.
Sanciones Internacionales
En los últimos meses, el tono autoritario del régimen ha tomado un nuevo giro. La semana pasada, las instalaciones de “La Prensa”, el último diario que aún se publica, fueron allanadas por la policía y luego clausuradas. Su director general, Juan Lorenzo Holmann, está en prisión desde el 14 de agosto. La mayoría de la prensa nicaragüense ahora opera desde Costa Rica. “Todos estos elementos muestran que estamos frente a un fenómeno de un sistema autoritario fuera de control. De hecho podemos hablar de una dictadura”, asegura Maya Collombon.
Y eso mientras Daniel Ortega está aislado en el escenario internacional. Pocos países lo reconocen abiertamente, incluso si “se beneficia del apoyo no oficial de la Rusia y China de Putin”, dijo el experto. Además, las sanciones comerciales de la Unión Europea y EE. UU. han tenido poco efecto dada la ya caótica situación económica del país, especialmente desde 2018.
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