Publicado el 20 de septiembre de 2021 a las 5:38 p. m.Actualizado el 21 de septiembre de 2021 a las 19:49
Es una saga de Borgen que transcurre en Argentina. Para entender esto, tenemos que remontarnos a la noche de las elecciones, el 12 de septiembre. Si bien nadie esperaba una victoria triunfal de la coalición peronista, el revés electoral fue más duro de lo esperado. Por lo tanto, corresponde a quienes están en el poder tomar medidas y revertir la situación antes de las elecciones parlamentarias reales del 14 de noviembre.
Si bien el presidente Alberto Fernández solo imaginó una posible reorganización después de las elecciones de noviembre, la expresidenta (de 2007 a 2015) y actual vicepresidenta Cristina Kirchner, quien tiene mayor poder de voto dentro de la coalición, ve las cosas de manera diferente. Requerirá un cambio más radical, un aumento del gasto público y una reestructuración para compensar los errores del equipo económico.
Las vueltas de tuerca se han multiplicado desde entonces, entre propuestas de renuncia de ministros, declaraciones en Twitter, la filtración de mensajes de voz criticando duramente a un miembro de la mayoría y una carta mordaz de Cristina Kirchner.
contabilidad de balance
El viernes, luego de duras negociaciones entre los distintos componentes políticos de la coalición de gobierno, el presidente finalmente dio la impresión de que renunciaba a organizar una remodelación. Anunciado poco después de las 10 de la noche, sorprendió a los observadores. El nuevo gabinete no traerá cambios significativos. En particular, se mantiene todo el equipo económico.
Fue publicado minutos antes del anuncio del nuevo gobierno, sin contar con el decreto, y pasó desapercibido en el alboroto general. A través de un truco contable utilizado allá por 2009, cuando Cristina Kirchner era presidenta, el decreto, mediante un hábil canje de notas entre el Departamento del Tesoro y el Banco Central (BCRA), permite a la Argentina utilizar los derechos especiales de giro de $4.300 millones obtenidos del Banco Internacional Fondo Monetario (FMI) Emisión de moneda local manteniendo la posibilidad de utilizarla para atender los vencimientos del país en el FMI, es decir, casi 1.900 millones en capital e intereses este miércoles y la misma cantidad el 22 de diciembre.
Negociaciones complicadas
Una bendición ya que las oportunidades de emisión legal de Argentina se estaban agotando. “Un golpe de suerte ya que las oportunidades de emisión legal de Argentina se estaban agotando. Con este decreto, el país podrá ejercer una política monetaria expansiva. Con el riesgo de presiones cambiarias e inflacionarias que implica un tema así sin una consideración real.
“Cristina Kirchner solicitó el uso del DTS en Argentina. Como el gobierno no quería llegar a un acuerdo con el FMI antes de las elecciones, también tiene que usar los DEG para evitar el default del fondo”, explica Héctor Torres, exrepresentante de Argentina en la “institución”. “Es una manera engañosa de complacerla y evitar un error”.
Mientras la directora del FMI, Kristalina Georgieva, se debilita y el ministro de Economía, Martín Guzmán, sale debilitado de esta crisis política, las futuras negociaciones entre Argentina y la institución serán cada vez más complicadas.
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