Este domingo 19 de diciembre el candidato de izquierda Gabriel Boric ganó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Chile. El líder de las manifestaciones estudiantiles fue elegido a los 35 años. ¿Qué cambios se avecinan en los próximos años?
Deja la era Piñera Bachelet en Chile. De acuerdo con las elecciones en Perú, Chile ha optado por la alternativa de la continuidad política. En la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, Gabriel Boric, candidato de izquierda, quedó primero con el 56% de los votos, por delante del candidato de derecha José Antonio Kast, admirador de Augusto Pinochet. La inauguración está prevista para el 11 de marzo.
Este duelo Boric-Kast no tuvo precedentes desde el retorno a la democracia en 1990, con dos candidatos con proyectos sociales diametralmente opuestos. Los estrechos resultados muestran la división que todavía existe en la sociedad chilena entre una derecha populista y conservadora, por un lado, y una izquierda que quiere unir a los jóvenes, por el otro. El programa de Gabriel Boric es una continuación del proceso ciudadano iniciado el año pasado con el referéndum sobre la redacción de una nueva Constitución, en el que ganó el “sí”.
Así que en realidad es una nueva página la que se está escribiendo en los Andes, con el objetivo de asegurar una mayor participación ciudadana y, en particular, el reconocimiento del pueblo mapuche.
Desde julio de 2021, la indígena mapuche Elisa Loncon es elegida presidenta de la Asamblea Constituyente y tiene la tarea de redactar la nueva constitución chilena. Elisa Loncon pronunció su primer discurso en mapudungun, lengua del pueblo mapuche. Un símbolo de un Chile que vive el cambio.
Juventud en el poder
Para postularse a las elecciones presidenciales, debe tener 35 años el día de la primera vuelta. Gabriel Boric apenas cumple con ese criterio este año y le gustaría impulsar la renovación con el compromiso de la juventud chilena. El que pertenece a la generación “intrépida” (la primera generación que no vivió una dictadura) se convertirá en el presidente más joven de la historia de Chile.
Defensor del Estado de bienestar y destructor del neoliberalismo, ex líder estudiantil, elegido diputado a los 27 años, encarna el regreso al poder de una izquierda más radical después de treinta años de alternancia entre centro izquierda y centro derecha.
Gabriel Boric hizo sentir su presencia durante las movilizaciones estudiantiles de mayo de 2011. Su compromiso y cargos le permitieron llegar a ser presidente de la Federación de Estudiantes de Chile (Fech). En los últimos años, su discurso, que trajo esperanza a la clase trabajadora, ha alentado a la juventud chilena a movilizarse para las elecciones.
Un objetivo: reducir las desigualdades sociales
La justicia social está en el centro de las políticas que quiere implementar para Chile. De hecho, este país de 18 millones de habitantes es el país más desigual de la OCDE. El acceso a la educación lo paga la mayoría de los chilenos, y gran parte de la población no se beneficia de la misma educación, especialmente en la educación superior. Gabriel Boric quiere ser el líder de un nuevo proyecto para la clase media y los vecinos más desfavorecidos. Aboga por una nueva nacionalización de ámbitos como la salud, las pensiones, pero también la educación, donde aboga por una universidad gratuita y accesible a todos. Cualquiera que quiera construir un Estado de bienestar quiere un sistema más justo con más derechos sociales.
Para aprobar estas reformas, el futuro presidente de Chile tendrá que lidiar con un parlamento muy fragmentado y sin mayoría.
Esto le deja poco margen de maniobra para implementar sus políticas, como es el caso en Perú. Por último, existe el riesgo de que al comienzo de su mandato se vea obstaculizado por su falta de experiencia en materia de gobernanza. En particular, debe garantizar la redacción de la nueva constitución, tanto formal como sustantivamente. Aunque quiere un régimen público, Gabriel Boric se verá obligado a tener en cuenta a actores privados que son muy poderosos e influyentes. Otra dificultad más para quien quiera cambiar radicalmente a Chile.
¿Una nueva dinámica regional?
La victoria de la izquierda en Chile es parte de una tendencia real a nivel regional en 2021. Esta elección ha revertido el espectro político en América del Sur. La derecha está perdiendo impulso en Perú, Argentina, Brasil y Colombia. Las últimas noticias muestran hasta qué punto la política regional está experimentando cambios reales. En un país que durante mucho tiempo ha sido considerado el patio trasero de Estados Unidos, se están barajando las cartas. Ahora más que nunca, China y Rusia se están posicionando en América Latina para fortalecer su presencia y alianzas en esta zona de gran potencial económico.
La cumbre más reciente de la CELAC en México el pasado mes de septiembre reflejó este deseo de cambio en las relaciones internacionales. El acceso a la atención médica y a los medicamentos sigue siendo una prioridad para esta región del mundo gravemente afectada por la pandemia de Covid19. La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños quiere distanciarse de la OEA y representar los llamados intereses más “populistas”. Las alianzas México/Cuba/Venezuela se diferencian de los ejes Estados Unidos/Panamá/Colombia, en particular, en su defensa de la “soberanía nacional”.
En el caso de Chile, será una cuestión del posicionamiento geopolítico que tomará el nuevo presidente Gabriel Boric en los dos primeros años de su mandato. Podría haber un acercamiento político en las relaciones entre Perú y Chile, por ejemplo en acuerdos transfronterizos o en el comercio.
Guillaume Asskari
periodista y productor
especialista en latinoamerica
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