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En Chile, al término de la campaña electoral previa al referéndum, el bando No se mantiene muy activo, alertando a la población sobre los cambios propuestos en el nuevo texto fundacional. Los conservadores también quieren cambiar la Constitución, pero en menor medida. Proliferan las asambleas de ciudadanos en las calles de Santiago para movilizarse contra el nuevo texto. El informe de Thomas Nicolon.
En Chile, unos días antes El referéndum del 4 de septiembre llega a su finLos opositores a la nueva constitución realizaron varios mítines en el centro de Santiago.
La instauración de un estado plurinacional, el registro del derecho al aborto o la reforma del sistema judicial son convulsiones que se están dando entre los partidarios del No.
“Estas ideas no reflejan hoy una gran mayoría y no le dan al pueblo chileno la seguridad necesaria para salir adelante”, confiesa Claudio Salinas, vocero de la Casa del Rechazo, que el no ganará porque los chilenos quieren un cambio. pero no los cambios radicales que propone la extrema izquierda”.
Las elecciones están prohibidas en Chile desde el 20 de agosto. El último 46% dijo que no y el 37% que sí. Dada la polarización de la campaña electoral, esta brecha podría reducirse para el 4 de septiembre.
Si gana el no, seguirá vigente la Constitución actual, redactada durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y reformada decenas de veces tras el retorno a la democracia.
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