En Chile, los ciudadanos rechazaron abrumadoramente una propuesta de nueva constitución para reemplazar la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet.
Este domingo, los chilenos fueron llamados a un referéndum obligatorio sobre la propuesta del presidente Gabriel Boric para adoptar una nueva constitución. El objetivo: renunciar al legado de la dictadura de Augusto Pinochet entre 1973 y 1990. Sin embargo, el 61,9% de los votantes rechazó el nuevo texto.
Sin embargo, esta negativa solo suspende el proceso de una nueva constitución, que se puso en marcha tras violentos levantamientos populares en Santiago en 2019, que estallaron tras el alza de los precios de los billetes del metro. La población exigió más justicia social y criticó la constitución heredada de la dictadura, a la que responsabilizó de las desigualdades en el país.
Si bien la población votó a favor de redactar una nueva ley básica en referéndum en 2020, el texto presentado a los chilenos este año, que fue redactado por 154 miembros de la Asamblea Constituyente, resultó poco convincente. De hecho, el proyecto de una nueva constitución implica cambios profundos en la sociedad, mientras que Chile sigue siendo un país bastante conservador.
MUCHAS MEDIDAS DE JUSTICIA SOCIAL
A nivel político, el proyecto preveía abolir el Senado para crear una “Cámara de las Regiones” y dar a la Asamblea Nacional la prerrogativa de redactar las leyes. El texto también apunta a hacer de Chile una “democracia paritaria” al dar la mitad de los cargos en las instituciones públicas a mujeres.
La Asamblea Constituyente promulgó cambios en el sistema de salud para que no solo los trabajadores tuvieran que cotizar a la seguridad social chilena, sino también los empleadores participar, y consagró en blanco y negro el derecho a la jubilación ya una vivienda digna para todos.
Los redactores del texto también habían previsto la incorporación del derecho al “aborto voluntario” en la constitución, mientras que la antigua constitución protegía “la vida de los niños por nacer”. En el nuevo texto también se incluye el reconocimiento de los distintos pueblos indígenas de Chile y su autonomía.
Victoria de los partidos conservadores
Este nuevo texto parece haber sacudido demasiado el conservadurismo de Chile. El presidente Gabriel Boric, elegido en diciembre pasado, reaccionó a esta derrota con las palabras: “Estoy decidido a hacer todo lo que esté a mi alcance para construir un nuevo proceso constitucional”.
“Presidente Boric: esta derrota también es suya”, declaró Antonio Kast, líder de extrema derecha que perdió las últimas elecciones presidenciales y ferviente admirador de Pinochet.
El líder del partido ultraconservador UDI, Javier Macaya, también saludó “la derrota de los nuevos fundadores de Chile”, pero declaró que quiere continuar “el proceso constituyente”.
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