Después de tres décadas de desequilibrios estructurales vinculados al dominio del sector de los recursos y las crecientes desigualdades, toma posesión el gobierno del recién elegido presidente Gabriel Boric Font. Con dos almas y una mayoría bastante pequeña. Desde la ética economía.
A dos años de las protestasestallido social Chile se parece al famoso dibujo del pintor Joaquín Torres García, quien dibujó el perfil del Cono Sur “invertido” para lanzar un movimiento artístico sudamericano distinto: Nuestro norte es el sur como escribió en su manifiesto Universalismo constructivo. Gabriel Boric Font, recién electo Presidente de Chile, nació en el extremo sur (¿norte?) de Chile, en la ciudad de Punta Arenas, capital de la Región de Magallanes, parte de Tierra del Fuego. Su perfil, como el de muchas de sus estructuras de gobierno, se parece al que imaginó Torres García, la inversión de los perfiles no sólo de los políticos de la época de la dictadura, sino también de sus sucesores, de quienes Boric reconocerá, en marzo, la administración del país.
Para comprender cómo se produjo esta situación y tener una medida de la tarea de reforma y transformación socioeconómica impuesta a los ex líderes de la revuelta estudiantil de los “Pingüinos” (los movimiento de pingüinos 2006 toma su nombre del uniforme de los alumnos de la escuela secundaria chilena) tiene sentido recordar brevemente algunos hechos estilizados sobre las relaciones económicas internacionales, la estructura productiva y las desigualdades económicas del país.
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