► ¿Por qué una nueva constitución?
Durante una histórica movilización en octubre de 2019, el pueblo chileno expresó su deseo de poner fin a la constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), considerada el principal obstáculo para reformas sociales profundas. Doce meses después, votó abrumadoramente a favor de una nueva constitución.
Una Asamblea Constituyente de 154 miembros elegida en mayo de 2021 había estado trabajando en la redacción de una constitución. Pero en un referéndum del 4 de septiembre, el resultado de un año de trabajo fue rechazado por el 62% de los chilenos.
El proyecto, considerado demasiado ambicioso, parecía estar sacudiendo a la sociedad chilena. Rechazado por la coalición derechista Chile Vamos durante una tormentosa campaña plagada de desinformación, el texto pretendía garantizar a los ciudadanos una serie de derechos a la educación, la salud pública, la jubilación y una vivienda digna. . También introdujo el acceso al aborto o el reconocimiento de nuevos derechos para los pueblos indígenas.
► ¿Qué ha pasado desde el referéndum de rechazo del 4 de septiembre?
El presidente Gabriel Boric, elegido en marzo pasado, se comprometió a impulsar un proyecto constitucional y llamó a las distintas fuerzas políticas a acordar las líneas básicas de un nuevo proceso. A diferencia del proyecto anterior, que partía de cero, esta vez parlamentarios de derecha e izquierda lograron acordar una serie de doce el lunes 12 de diciembre “Fundamentos Constitucionales” que sirven de base para el futuro texto.
Bajo estas bases, Chile es reconocido como “una república democrática cuya soberanía reside en el pueblo”. Si ha desaparecido la noción de plurinacionalidad, negada por parte del pueblo chileno en la versión anterior, son los pueblos indígenas “reconocido como parte integrante de la nación chilena”. Al fin y al cabo, los parlamentarios querían poner límites, como el de no tocarlo “el derecho a vivir”.
► ¿Cómo funcionará el nuevo procedimiento constitucional?
La Asamblea Constituyente es reemplazada por tres entidades complementarias. A partir de enero próximo, un comité de expertos designado por el parlamento de 24 personas (12 de la Asamblea, 12 del Senado) será responsable de redactar una constitución.
En abril de 2023, estos expertos integrarán un Consejo Constitucional de 50 representantes elegidos por el pueblo chileno en votación obligatoria. Este consejo, que debe validar el proyecto de constitución exitoso, tendrá un equilibrio de género y los pueblos indígenas ya no tendrán una cuota garantizada de escaños, como ocurrió con el anterior intento de reforma.
Finalmente, una comisión técnica de admisibilidad compuesta por 14 especialistas -abogados y académicos seleccionados por el Parlamento- será la encargada de garantizar la viabilidad legal del proyecto, que luego será presentado al gobierno en octubre.
El proyecto de nueva constitución chilena será sometido nuevamente a referéndum el 26 de noviembre de 2023, cuando se realizarán las conmemoraciones del golpe militar cincuenta años después. ¿Una forma de pasar finalmente la página de la dictadura?
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