La toma del poder por este marxista rural había aturdido a toda la capital y aterrorizado tanto a los círculos políticos como empresariales. Pedro Castillo fue elegido sorpresivamente de las regiones desfavorecidas y tomó seis semanas contar los votos, solo 44,000 lo separan del candidato derechista de 19 millones de votantes. El nuevo presidente inició su mandato con planes de reforma constitucional, redistribución de tierras y nacionalización de los recursos gasíferos. Incapaz de estabilizar un gobierno (cuatro gabinetes siguieron en poco más de un año), el ex maestro había sido amenazado dos veces con juicio político.
En la mañana del 7 de diciembre, pocas horas antes de que debatiera un tercio del Parlamento, Pedro Castillo decidió disolver el Congreso mientras anunciaba la formación de un gobierno de emergencia y una Asamblea Constituyente. Sin embargo, los poderes del Presidente, recientemente recortados por el Congreso, no le permiten disolverlos excepto en casos muy específicos de estancamiento político. Entonces es una forma “autogolpe” denunciado por sus oponentes. En una hora, la mayor parte de su gobierno renunció. A primera hora de la tarde, el Congreso desconoció el decreto presidencial y votó masivamente la destitución de Castillo “incompetencia moral”lo que automáticamente convierte a su Vicepresidenta, Dina Boluarte, en la nueva Presidenta del Perú.
“Defensor de Internet. Pionero de la cultura pop. Apasionado practicante de viajes. Fan total del café”.