El desabastecimiento y la inflación se agudizan en varias regiones del sur de Perú debido a los numerosos cortes de ruta de los manifestantes que continúan pidiendo incansablemente la renuncia de la presidenta Dina Boluarte.
Los enfrentamientos estallaron nuevamente el miércoles durante otro día de protestas nacionales cuando la crisis entró en su sexta semana.
En la región de Ica, 250 kilómetros al sur de Lima, estalló una feroz batalla entre los manifestantes que bloqueaban la Carretera Panamericana y la policía que intentaba dispersarlos. Los manifestantes encapuchados arrojaron piedras a la policía, que lanzó gases lacrimógenos, según imágenes de televisión.
Por la mañana, varias decenas de manifestantes se congregaron tranquilamente frente a la Embajada de Estados Unidos en Lima para protestar por el apoyo de Washington al gobierno de Dina Boluarte. “Somos el pueblo, no los terroristas”, proclamaron los manifestantes.
El martes, la capital fue escenario de las manifestaciones más violentas desde que comenzaron los disturbios.
Los manifestantes exigen la dimisión del presidente, la disolución del parlamento, la organización de nuevas elecciones pese a adelantar a 2024 y la constitución de una asamblea constituyente. En seis semanas de crisis, los enfrentamientos se cobraron 46 vidas, incluido un policía.
“No capitularé ante grupos autoritarios que buscan imponer soluciones que no son parte de nuestro orden constitucional o tradición democrática”, subrayó Boluarte el miércoles durante una intervención virtual en la Organización de los Estados Americanos (OEA).
No más GLP
Según las autoridades, durante la noche del miércoles al jueves se identificaron 85 bloqueos de carreteras en nueve de las 25 regiones de Perú. El aeropuerto de Cuzco, la capital turística del país, estuvo cerrado el martes por la noche pero pudo reabrir el miércoles. Las de Puno y Arequipa permanecen cerradas.
La imposibilidad de intercambiar bienes, particularmente en las regiones del sur, epicentro de las protestas, ha comenzado a provocar desabastecimiento y alzas de precios.
El gas licuado de petróleo (GLP), principal combustible vehicular en Perú, ya no está disponible en las gasolineras de Arequipa, Tacna y Puno.
“Se acabó el GLP en Arequipa”, dijo a RPP radio Alexander Cornejo, representante de los taxistas, al expresar su preocupación por la situación de 7.000 choferes locales.
“Todo eso nos perjudica, no al gobierno, no a los diputados, porque tienen salarios. Tengo que mantener a mi familia”, se quejó Luis, un taxista cusqueño que no quiso dar su apellido, quejándose también de la falta de combustible.
En la región de Puno, 1.350 km al sur de Lima y escenario de las manifestaciones más violentas con 18 muertos, los precios del tomate y la papa, alimentos básicos, se han triplicado.
“Situación compleja”
“Los precios de las frutas y verduras han subido. Todo se ha vuelto más caro. Me parece que deberían dejar pasar los vehículos que nos entregan”, dijo a la AFP Jacqueline Flores, una residente de Puno.
El miércoles en Ginebra, el ministro de Justicia, José Andrés Tello, dijo ante el Consejo de Derechos Humanos (CDH), donde representantes de varios estados lamentaron el “uso excesivo de la fuerza” por parte de las autoridades durante las manifestaciones, “Tengan confianza en que estamos actuando adecuadamente en defensa de democracia y derechos humanos”, ante una “situación compleja”.
El gobierno peruano protestó el miércoles ante el embajador de Chile en Lima tras las declaraciones realizadas por el presidente chileno, Gabriel Boric, en una cumbre latinoamericana en Buenos Aires. Boric había afirmado que los manifestantes en Perú “están siendo asesinados a tiros por quienes se supone que los defienden”.
Los disturbios se iniciaron el 7 de diciembre tras la destitución y detención del presidente socialista Pedro Castillo, acusado de intentar un golpe de Estado al intentar disolver el parlamento, lo que lo sacaría del poder.
La Sra. Boluarte, su exvicepresidenta y compañera de fórmula en las elecciones de 2021, que proviene de los mismos Andes humildes que él, lo reemplazó según la constitución, pero los manifestantes la consideran una “traidora”.
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