Al ganar la lucha por el “no” en el referéndum sobre la nueva constitución del domingo 4 de septiembre, gracias a una intensa campaña de desinformación, la derecha chilena sin duda obligó a Gabriel Boric a reorientarse. Ante la falta de mayoría parlamentaria, el presidente, que contaba con esta ley básica para ampliar su margen de maniobra y romper alianzas con el centro, tomó nota y el 6 de septiembre realizó una remodelación de gabinete, la primera en seis meses.
Esta reforma planeada desde hace mucho tiempo le permitirá consolidar su coalición presidencial mientras la hace más abierta a la socialdemocracia. Así que tiene que renunciar a las peculiaridades de su gobierno ya las figuras jóvenes que pagan su inexperiencia política y se ven obligadas a dejar paso a los partidos tradicionales nacidos de la transición democrática. “Una reorganización que duele pero es necesaria” concedió Gabriel Boric, respondiendo a las demandas del Partido Socialista de una representación más fuerte. La feminista Izkia Siches, primera mujer en la historia del país al frente del Ministerio del Interior, se encontró con el conflicto territorial en la zona mapuche (sur). Le da paso a Carolina Toha, quien tuvo su primera experiencia en el cargo durante la segunda presidencia de Michelle Bachelet (2014-2018).
“Este es quizás, y no tengo motivos para ocultarlo, uno de los momentos políticamente más difíciles que he enfrentado”.Gabriel Boric, presidente de Chile
“Políticamente uno de los momentos más difíciles”
El Ministerio de Relaciones con el Parlamento, antes ocupado por Giorgio Jackson y cercano a Gabriel Boric desde la universidad, ahora recae en una figura del Partido Socialista, Ana Lya Uriarte, quien se encargará de trazar una hoja de ruta para poner en marcha el nuevo proceso constituyente. Giorgio Jackson, quien no ha sido del todo marginado, hereda el ministerio de desarrollo social que antes estaba en manos de Jeannette Vega, en medio de una polémica por una llamada telefónica al líder mapuche Héctor Llaitul, ahora detenido. La comunista Camila Vallejo es confirmada como vocera del gobierno.
“Este es quizás, y no tengo motivos para ocultarlo, uno de los momentos políticamente más difíciles que he enfrentado”, rindió homenaje al joven jefe de Estado que se enfrenta a su primer revés. Al momento del traspaso de poder, los estudiantes se manifestaron frente al Palacio de la Moneda con gritos “¡Hay dinero para la policía, pero no para los estudios! » para exigir rápidamente una nueva constitución, liberada del legado de la dictadura de Augusto Pinochet. Varios de ellos fueron detenidos por la policía.
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