Romain Dumas escaló las laderas de Ojos del Salado, el volcán más alto del mundo con 6.893 metros, en su Porsche 911. En realidad, la pareja de 911 especialmente preparada para esta ocasión se detuvo a 6.007 metros”,hasta el punto en que las paredes de hielo y nieve nos impedían avanzar más”explica el piloto. ¡A esta altura el aire escasea y la temperatura alcanza los -30°C! Esto convierte al 911 en uno de los pocos vehículos que ha alcanzado tal altura.

Por supuesto, la hazaña no se podría lograr con un auto de producción. Porsche ha desarrollado dos 911 exclusivos para esta ocasión. Basados ​​en el Carrera 4S de producción con 443 hp y la caja de cambios manual original de siete velocidades, los autos estaban equipados con barras antivuelco, asientos y cinturones de fibra de carbono. Se ha aumentado la altura libre al suelo hasta los 350 mm y se han equipado los bajos con protectores de fibra de aramida, ligeros pero extremadamente resistentes, que permiten deslizarse sobre rocas.

Se ha agregado un dispositivo llamado “Porsche Warp-Connector”. Originalmente desarrollado para aplicaciones de automovilismo, forma una conexión mecánica entre las cuatro ruedas para permitir una carga de rueda constante, incluso cuando el chasis se pandea mucho. Finalmente, se agregó un cabrestante en la parte delantera del automóvil y se revisó la carrocería para dejar espacio para las ruedas y neumáticos todoterreno de 310 mm de ancho.

Y no pienses que esto es solo un truco de marketing. Con semejante aventura, Porsche prepara el terreno, y especialmente las cabezas, para la llegada de un 911 “Safari”, una nueva versión del modelo que contará con una mayor distancia al suelo y protección exterior adicional para inspirar un espíritu aventurero en este variante única. Su presentación está prevista para las próximas semanas.