La SMA ordenó seis acciones “urgentes y temporales” mientras continúa investigando las causas que originaron el socavón, que mide 36,5 metros (129 pies) sobre Tierra Amarilla, a unos 665 kilómetros (413 millas) al norte de Santiago.
“Después de varias visitas de inspección al área, encontramos que la empresa estaba extrayendo demasiado material, lo que puede haber resultado en un aumento de afloramiento de agua que no estaba adecuadamente controlado”, dijo el Superintendente de Medio Ambiente, Emmanuel Ibarra.
La ministra de Minas, Marcela Hernando, dijo la semana pasada que el gobierno intentaría imponer duras sanciones a los responsables del socavón, citando la sobreexplotación del yacimiento cercano.
Las medidas anunciadas el martes incluyen un estudio de estabilidad del suelo, monitoreo de madrigueras, análisis hidrogeoquímicos de los principales compuestos y oligoelementos en las aguas subterráneas y un estudio para evaluar el sistema de drenaje actual.
El regulador también encargó un estudio para verificar si los volúmenes de agua extraídos de la mina Ojos del Salado han dañado los acuíferos cercanos.
La empresa canadiense posee el 80% de la propiedad, mientras que el 20% restante está en manos de las empresas japonesas Sumitomo Metal Mining y Sumitomo Corporation.
La compañía no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
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