Los incendios que devastaron la región turística de Valparaíso en Chile y dejaron al menos 131 muertos han sido “extinguidos”, anunciaron los bomberos el miércoles.

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Unos 2.000 bomberos han controlado los numerosos focos que se han producido desde el viernes en la localidad costera de Viña del Mar, a 120 kilómetros al noroeste de Santiago.

El presidente Gabriel Boric calificó los incendios como “la mayor tragedia” que ha visto el país desde el terremoto de 2010, seguido de un tsunami que mató a más de 500 personas.

Aún no se han publicado cifras sobre el posible número de personas desaparecidas.

En la zona del desastre, los vecinos organizan patrullas nocturnas porque denuncian el origen criminal de los incendios.

“Mientras mi familia se encuentra en un refugio de emergencia, yo he decidido quedarme aquí. La parte baja todavía está llena de árboles y vemos mucha gente caminando arriba y abajo”, dijo a la AFP Miguel Ángel Reto, un trabajador peruano de 42 años.

Junto a chilenos, venezolanos, haitianos y ecuatorianos, Reto se ha instalado irregularmente en las alturas de Viña del Mar, en un sector llamado Naciones Unidas.

Los incendios destruyeron sus construcciones de madera, pero regresaron con toda la intención de reconstruirlas.

Las autoridades habían mencionado desde el principio posibles antecedentes delictivos y, según ellos, 15.000 casas fueron víctimas de las llamas.

Durante una visita a Viña del Mar el martes, el propio presidente Gabriel Boric advirtió: “Hay gente que está intentando provocar incendios. Encontraremos a estos malhechores y los pondremos tras las rejas”.

Según el Servicio Nacional de Prevención y Atención de Desastres (Senapred), en medio del verano australiano y temperaturas abrasadoras, Chile aún se ve afectado por varios incendios en curso en regiones del centro y sur del país.