En septiembre pasado, la población rechazó en referéndum un texto propuesto por una asamblea constituyente que podría haber sustituido la actual constitución redactada bajo la dictadura. Desde entonces, los partidos políticos han acordado una nueva hoja de ruta. Y corresponde al Congreso decidir si aprueba una reforma que conducirá a la redacción de una nueva constitución.
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Con nuestro corresponsal en Santiago, Chile, Naïla Derroisné
En Chile El proceso hacia una nueva constitución continúa. El 80% de los senadores chilenos votaron a favor de la reforma para iniciar la redacción de una nueva constitución. Las discusiones sólo duraron dos días, un tiempo récord.
En primer lugar, porque el gobierno había solicitado que el proyecto fuera examinado con carácter prioritario. Y además los parlamentarios también están bajo presión de tiempo. Según la reforma, los 50 miembros del Consejo que se encargarán de redactar la nueva Constitución deberán ser elegidos a principios de mayo. Y organizar estas elecciones lleva tiempo, al menos tres meses. Esto significa que la reforma debe estar lista a más tardar a finales de enero.
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La decisión ahora recae en los parlamentarios. Y tienen que actuar rápidamente para cumplir con el ya apretado calendario. A pesar de cierta oposición, que cree que la reforma conlleva demasiadas condiciones, aún así debería aprobarse.
Y si se cumple el cronograma, los chilenos volverán a votar “a favor” o “en contra” de la nueva constitución el próximo diciembre.
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