Ella está en boca de todos. Cinco días antes del inicio de la Copa del Mundo de Rugby, los aficionados al ovalball se alegran con la llegada de la competición a Burdeos. Entre el 9 y el 30 de septiembre, la ciudad acogerá a ocho países (Irlanda, Gales, Rumanía, Fiyi, Samoa, Chile, Sudáfrica, Georgia) y se disputarán cinco partidos de la fase de grupos en el estadio Matmut Atlantique.
Ella está en boca de todos. Cinco días antes del inicio de la Copa del Mundo de Rugby, los aficionados al ovalball se alegran con la llegada de la competición a Burdeos. Entre el 9 y el 30 de septiembre, la ciudad acogerá a ocho países (Irlanda, Gales, Rumanía, Fiyi, Samoa, Chile, Sudáfrica, Georgia) y se disputarán cinco partidos de la fase de grupos en el estadio Matmut Atlantique.
“Ver una competición de este tipo aquí es fantástico para el deporte francés y para el desarrollo del rugby, aunque Burdeos ya sea un bastión”, afirmó Bernard Maupomé, que asistió a un entrenamiento público del Union Bordeaux-Bègles. (UBB), miércoles 30 de agosto al 8 de septiembre. “De momento no he podido encontrar lugares, pero tengo esperanzas”, añade, y concluye: “Si no encuentro nada, puedo ir a ver Toulouse”.
No te pierdas nada
Vincent Léger estuvo allí hace dieciséis años, en 2007, cuando la prestigiosa competición se celebró por primera vez en Francia: “Fui a París con mi hermano para ver el partido inaugural entre Francia y Argentina. “Este año no hay ningún partido de XV para él. de Francia en el estadio, pero tampoco es posible abandonar el evento: “Encontré asientos para el partido Fiji-Georgia el 30 de septiembre”. “Es fantástico porque muchos fiyianos juegan en Francia”, dice alegremente, señalando su boleto.
“Vivir una competición de este tipo en Burdeos aporta un gran dinamismo a la ciudad”.
Para otros, es imposible perderse ni una migaja del evento. Corentin Gourg juega en el UBB Espoirs y quiere ver el mayor número posible: “Tomé el paquete completo para ver los ocho partidos en Matmut Atlantique. Es la primera vez que vive un Mundial en casa. “En 2007 tenía dos años”, se ríe. Así que esta vez no se conformará sólo con los juegos. “Veré a los distintos equipos entrenar en los distintos campos”, se entusiasma, sobre todo acerca de Fiyi, que entrenará en Lormont, o Rumanía, que entrenará en Libourne.
Grandes expectativas
Como siempre, este Mundial también estará marcado por el trabajo voluntario. Ortolan Lilas se inscribió hace más de un año: “Vi una publicación en LinkedIn y, como aficionado al rugby, postulé inmediatamente. Ver una competición así en Burdeos aporta un gran dinamismo a la ciudad. Entonces tenemos derecho a equipos grandes, es una pena que no haya partido del XV. De Francia”, lamenta el voluntario.
En casa, los franceses pueden contar con un apoyo masivo y con grandes expectativas: “Queremos que ganen en casa y creemos en ello”, sonríe Danièle Rieux. Patrick y Dominique no dudan: “Será al menos una semifinal. “Pero cuidado con quedar demasiado bonito: “Hay equipos grandes que pueden causarnos problemas, como Sudáfrica o Irlanda”, advierte Corentin Gourg. Primeras reacciones el 8 de septiembre con el duelo inaugural entre Francia y Nueva Zelanda.
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